Seminario de posgrado a cargo de Sergio Zabalza:
Intervenciones en la clínica. La Hospitalidad del Síntoma
Lugar: Aula Magna del Pabellón A.
Fecha de inicio: martes 23 de abril
Fecha de finalización: Viernes 29 de noviembre del 2013
Día y horario: Martes de 11 a 12.30 horas
Informes: sergiozabalza@hotmail.com
La escucha del analista es la que determina su posición y la orientación que imprime a sus intervenciones. A grandes trazos el practicante ocupa la posición del Gran Otro o la de objeto causa. Tal como afirma Miller, la primera propicia la interpretación asociativa, ésa de la que el sujeto se sirve para dar continuidad a su discurso. La segunda, en cambio, precipita la intervención disociativa, la cual se distingue por quebrar la concatenación estereotipada, con el consecuente efecto de sorpresa y azoro. Se presenta así un delicado balance entre el Gran Otro que sostiene el sentido y el vacío que divide al sujeto; entre amplificación y reducción. Desde el punto de vista de la escucha, estas dos posiciones explican la distancia que, para Lacan, media entre el comprender que atiende los dichos y el entender que escucha un más allá en la demanda.
Si el analista es menos libre en su política que en su táctica, el bien decir del practicante tendrá como horizonte el significante de la falta en el Otro. Porque allí donde el lenguaje falla en abarcar lo real del síntoma, la función de lo escrito, en cambio, habilita el forzamiento que distingue a la interpretación propiamente analítica. La escucha del practicante, entonces, intenta cernir los rasgos significantes que condensan la economía libidinal, para someterlos a la equivocidad que conmueve el uso cristalizado de la lengua. Si bajo el imperio del discurso del amo, el síntoma es ese cuerpo extraño que le dice al yo: "váyase de su casa", la intervención analítica procura, por el contrario, servirse del síntoma para habilitar un nuevo lugar al sujeto.
El difícil equilibrio entre efectos terapéuticos y efectos analíticos tendrá entonces la división subjetiva como norte; no en vano Freud sostenía que el motor del tratamiento se debita del sufrimiento de la persona. Bajo este sesgo intentaremos interrogar los datos de la práctica con el fin de enriquecer nuestra clínica.
Actividad no arancelada. |